Historia
He despertado como todos los
días, con el cantar de los pájaros a mi alrededor y el dulce olor a plantas recién
bañadas por la lluvia, le doy las gracias a mis amados dioses y procedo a comer
algo que había cazado desde la semana anterior, ya tiene un aroma putrefacto,
pero en la tribu siempre decimos: “Lo que más feo huele es lo que más rico
sabe”, así que me lo como de un solo mordiscó mientras veo cómo mis hijos saltan
y juegan, mi esposa está un poco enferma así que decido no molestarla y dejarla
dormir más tiempo aunque, claramente, los niños la despertarán de un chillido,
pero prefiero no ser yo el que haga eso.
No sé si le he comentado
esto a alguien pero siempre me he preguntado qué se sentirá llegar a la cima
del monte Sol, ya que éste es el más alto de todos los que hay a nuestro
alrededor. Los sabios de la tribu siempre cuentan que nadie, nunca, ha llegado
a la cima, además, cuentan que allá habitan seres jamás vistos por alguien. De
repente pienso “nada pierdo intentándolo”.
Así empieza todo. Al
siguiente día, muy temprano, antes de que el sagrado sol salga agarro camino, llevo
flechas conmigo, empiezo a subir y mientras lo hago tengo que matar a unos
cuantos animales. No he avanzado mucho
y ya estoy cansado, me siento al lado del río que corre por el monte y bebo agua
muy aprisa, siento algo de llenura y el cuerpo no me da para más, según mis
cálculos pasa el mediodía y he avanzado menos de la mitad del camino.
Mientras subo
escucho sonidos que nunca antes había oído, está oscureciendo y aun veo lejos
la mitad del trayecto. Vienen a mis pensamientos mi esposa, mis hijos y mi tribu,
quiero devolverme pero la curiosidad puede más, entonces busco un lugar seguro
para pasar la noche lejos del peligro, agarro un montón de
hojas del piso y hago un pequeño refugio, apenas cabe la mitad de mi cuerpo, siento
como caigo en un sueño profundo y poco antes de que amanezca despierto, tomo
agua de la que baja del monte y emprendo de nuevo el camino hacia la cima, cazo
algunos animales pequeños para comer, siento que he avanzado mucho. Ha llegado
la noche y por fin estoy en la cima ¡La tan anhelada cima!
Al principio no veo
nada así que creo que todo aquello que cuentan es una farsa, entonces me acuesto
en el suelo para dormir y al despertar me doy cuenta que éste no es el mismo en
el que había pasado la noche, es un piso con barro que me absorbe, y me cubre del frío, me sentí caliente y cómodo, así que agradezco por el regalo tan
grato que la madre tierra me da y me duermo. A la media noche oigo de nuevo un
ruido anormal, como el que había escuchado el día anterior, así que abro mis
ojos, frente a mí hay una criatura muy singular, con afilados colmillos y círculos
negros por todo su cuerpo, se ve peligroso entonces cojo mi flecha, pero ya es
muy tarde, el misterioso animal me ataca… Hay mucha sangre a mi alrededor
y no sé qué hacer así que cierro los ojos y lo último que queda por hacer es
agradecerle a los dioses por todo lo que dieron e hicieron por mi pues sabía
que me el viaje terminaba ahí…
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