MUERTE EN VIDA (De Poesía inconclusa-2010)

MUERTE EN VIDA

Me has quitado la vida,

Y has puesto tu vida en mí

Por unas horas…

Largas horas…

Interna tu vida en mi cuerpo

Zahonda por completo mi alma.

Me has quitado la piel

Y has puesto a cambio de ella tu piel

Por unas horas…

Largas horas…

Siento las caricias prohibidas,

Y la humedad de los besos,

Que no deberían ser.

Has detenido mi tiempo

Y ahora estoy en tu tiempo,

Por unas horas…

Largas horas…

Afuera, rápido, todo se mueve,

Adentro, lentamente, todo se convierte en pasión,

Afuera la muerte,

Adentro dos vidas a punto de renacer.

Me has quitado la vida,

Y has puesto tu vida en mí;

Sin embargo, el tiempo me ha rescatado,

De nuevo la vida en mi…

Por muchos días…

Largo días…

No estás aquí…

Los recuerdos se han borrado

Los olores se han marchado,

Las caricias han volado…

Por unas horas…

Largas horas…

Añoro tu vida en mí

Limpia, incansable, zaragatera…

Como sea…

Prefiero tu vida en mí.

2010

¿Sabes algo?(Gabriela Quintero)

¿Sabes algo?

Hay un dicho que me dijeron hace años

“Los verdaderos amigos no son los que hacen reír con mentiras, si no llorar con verdades”

Todas las bellas noches y los frescos amaneceres,

me acuerdo del día en que me lo dijeron,

fue el día en que me decepcionaron,

fue el día en que me di cuenta que los amigos no existen,

que en cualquier momento te entierran el puñal sin pensarlo,

que te cambian por una persona que llega nada mas a destruir todo lo que has construido… 

Gabriela Quintero

Grado 7º

RECUERDOS (De Juliana Ortiz)

RECUERDOS.

Siento que te quiero más que a nadie.

Las palabras duelen ¿Sabes? Parece que la vida no tuviera sentido, te pienso, me 

duele y a cada parte de mi le duele saber que no estás aquí, a mi lado.

Me empezó a gustar el café de las mañanas cuando vi tus ojos, brillantes. Y siento 

tu ausencia que me mata y las mentiras aumentan, pero me niego a creer que nada 

es para siempre, las lágrimas empiezan a rodar por mis mejillas, desesperadamente. 

Los días se hacen años y los segundos horas. A veces me pregunto por qué 

confiaba en ti y por qué eras la respuesta que buscaba, pero te vas sin decir adiós.

Recuerdo ese día como si fuera ayer. La noche fría, tengo que confesar, siempre

me daba miedo decirte adiós pues sabía que te marchabas hacía el otro mundo, 

donde ibas a estar más feliz. Un perfume, trecientos sesenta y cinco kilómetros, 

seis sensaciones, me hacían recordarte  cada vez más y más, pero también que 

nunca te dejé de querer. En los sueños te veo y así lo prefiero antes que vivir 

recordándote. En cada recuerdo te quiero y en cada vida te espero, nunca hagas 

promesas que sabes que  no puedes cumplir, siempre serás mi hombre y sé que  en 

otra vida yo seré para ti. 

Juliana Ortiz

Grado Séptimo